24.08.2021
Coches míticos: década de los ‘40

La década de los años ‘40 fue un periodo convulso para la industria global, pues los avances de diseño y tecnológicos que se habían alcanzado en los años ‘20 y ‘30 se tuvo que frenar para que las fábricas de automoción se centrase en herramientas de muerte, como vehículos todoterreno, carros armados o directamente, armas.
Las factorías europeas bajo el control de Alemania construyeron vehículos para la Wehrmacht, incluyendo a constructores franceses como o , que fue ordenado a construir piezas para los cazas de combate Focke-Wulf TA 154.
Como curiosidad, la II Guerra Mundial también trajo consigo algunos episodios de ingenioso sabotaje, como que André Citroën, el fundador de la marca, implementó varillas más largas en los depósitos de aceite de sus camiones, para que midieran incorrectamente el nivel y fallaran mientras estaban siendo usados, culpando a la ingeniería gala y no a los trabajadores.
Sin embargo, de la década de los años ‘40, una vez finalizado el combate, surgieron modelos que entrarían en el imaginario colectivo para siempre: desde los americanos grandes y sinuosos con los que es fácil asociar a la mafia de Al Capone, hasta siluetas que se han mantenido fieles a su esencia a lo largo de los años y, a día de hoy, se siguen produciendo.
Por ello, te traemos una selección de siete coches legendarios de la década de los ‘40:
Jeep Willys
El origen del nombre Jeep viene de su denominación militar GP —General Purpose—, que acabó convirtiéndose en la marca que todos conocemos hoy en día. Comenzamos la lista con este todoterreno porque es, de todos lo que hemos elegido, el único que estaba en producción durante los años de guerra en Europa y el Pacífico.
Tras el fin del combate, muchos de los vehículos del Ejército estadounidense se quedaron en las zonas de destino, sirviendo como un recordatorio frecuente para el Viejo Continente de la implicación americana en las batallas, esto se potenciaría mucho más con el aluvión de películas bélicas que mostraban al Willys como elemento recurrente.
Sin embargo, el verdadero mérito lo tiene Ward Canaday, el accionista mayoritario de Willys-Overland —que no era el único productor del modelo—, que solicitó al ilustrador IB Hazelton que retratara al Jeep en varios escenarios. Sí, muchos eran escenas de combate, pero otras lo situaron en lugares apacibles como granjas, playas, o vecindarios y fue el comienzo de la aceptación del utilitario como vehículo para uso civil.
El siguiente paso fue crear una red de concesionarios y el resto es historia: desde entonces la silueta cuadrada tiene aparejada a ella un aura de aventura, durabilidad y libertad que lo han convertido en algo inmediatamente reconocible y muy deseado, incluso a día de hoy.
Volkswagen Sedan
A pesar de que se diseñó y fabricaron unos prototipos antes del estallido de la Blitzkrieg, la construcción en serie del archiconocido Beetle —el modelo que más años ha estado en producción continua del mundo— fue pospuesta hasta el fin de la guerra.
Así, en 1945, la planta de Wolfsburgo entró bajo el control de los británicos. Originalmente se pensó que un fabricante inglés o estadounidense se haría con ella, pero ninguna quiso hacerse cargo de un proyecto que parecía predestinado al fracaso. Durante el primer año, solo se construyeron 1.785 unidades, pero en 1946, esta cifra aumentó hasta las 10.020.
Desde entonces, el éxito comercial del vehículo y su bajo coste para producirlo hizo que VW decidiera no alterar el diseño durante prácticamente toda su vida, añadiendo la mayor parte de mejoras en el interior y ligeros cambios estéticos. Este fue el modelo, uno de los coches clásicos más admirados, fue el que lo originó todo, y el que convirtió al consorcio alemán en uno de los mayores grupos de automoción del planeta.
Porsche 356
Aunque Ferdinand Porsche ya había estado implicado en el diseño del que se convertiría en el VW Escarabajo antes de la guerra, fue su hijo, Ferry Porsche, el que llevó a este modelo a producción bajo su propio nombre. Desde entonces, se ha convertido en uno de los coches deportivos más fácilmente identificables a simple vista, pues es el antecesor del Porsche 911, que sigue fabricándose hoy en día.
El primer prototipo, creado en 1947, era un pequeño roadster —un deportivo biplaza descapotable— con el mismo motor de cuatro cilindros VW situado en el eje trasero y refrigeración por aire, pero modificado para entregar 40 caballos. La mayor parte de las piezas provenía de Volkswagen, como la suspensión, transmisión, frenos, embrague o faros.
Una vez se completó, en 1948, Porsche lo presentó en el Gran Premio de Suiza y posteriormente ganó una carrera en Austria, la Rund um den Hofgarten. A partir de ese momento, en la década de los ‘50, el 356 se convertiría en un icono para los jóvenes acaudalados que tuvieron éxito en la posguerra.
Pontiac Streamliner
En EEUU, la industria del automóvil no se vio tan paralizada como en Europa, ya que no tuvieron batallas en su territorio continental. Sin embargo, se enfrentaron a otros problemas, como las huelgas de trabajadores, o el encarecimiento de los precios del acero, consecuencia directa de la posguerra.
El Streamliner es uno de los modelos más reconocibles, pues fue el coche oficial de muchos cuerpos de Policía del país, y, como tal, retratado en muchas películas de gángsters. En cierta medida, este modelo aúna muchas de las características que tienen las siluetas americanas de la década: guardabarros anchos y bajos, curvas redondeadas, guardabarros que llegaban hasta las ruedas y cromo. Mucho cromo.
En total, en 1946 se vendieron 92.731 Streamiliners, más del 66% de todo el volumen de la marca ese año, a pesar de ser el modelo más caro de Pontiac. El año siguiente, sus registros aumentaron hasta las 128.660 unidades, contando con todas sus diferentes versiones.
Ford Mercury “Woody”
Al tope de la gama de otro de los Big Three de Detroit (Ford, GM y Chrysler) se encontraba el Ford Mercury, introducido en 1949. Su apodo “Woody”, proviene del inicio una moda que resultaría muy popular hasta los años ‘80: los paneles de madera en los laterales del vehículo.
Para entender el motivo, es importante saber que Henry Ford consideraba que su empresa tenía que ser completamente autosuficiente. Esto les llevó a ser dueños de minas de hierro, plantaciones de caucho y de arce para sus interiores.
El año 1949 fue revolucionario para el modelo, pues introdujo la carrocería familiar Wagon al enorme motor V8 que entregaba 100 caballos. A pesar de tanta potencia comparativa con, por ejemplo, el Porsche mencionado antes, es importante destacar que estos modelos pesaban dos toneladas y estaban construidos básicamente de acero. Esto los hacía muy resistentes a los impactos, pero mortales para los pasajeros.
Alfa Romeo 6C 2500 “Freccia d’Oro”
El primer Alfa Romeo en construirse después de la guerra, el “Flecha de Oro” era un coupé de cinco plazas que contaba con un motor de seis cilindros (de ahí el 6C) y desarrollaba 90 caballos. Solo se hicieron 680 unidades, por lo que es uno de los coches clásicos más valiosos.
En muchas maneras es la continuación espiritual del 6C que ya fabricaba la marca en los años ‘30, pero con una mayor cilindrada y entre sus conductores célebres se puede incluir a Rita Hayworth, Tyrone Power o el rey Faruq de Egipto. Además, fue inmortalizado en la gran pantalla en El Padrino (1972), pero el que sufrió el atentado de los Corleone fue, afortunadamente, una réplica.
Triumph 1800 Roadster
Un hecho paradójico es que en Reino Unido, a pesar de ser uno de los países más lluviosos de Europa, los modelos descapotables son muy populares. Tanto era así que Standard Motor Company comenzó a diseñar este modelo incluso antes de que acabara la guerra, pues la clase alta del país quería volver a sus hábitos de lujo cuanto antes.
Construido completamente de aluminio usando las prensas que fabricaban los paneles de los aviones de la Royal Air Force, el Roadster no se trató de uno de los modelos más deportivos, pero lo compensaba con mucho estilo. Su motor de 1.5 litros alcanzaba una velocidad máxima de 121 km/h y llegaba a los 100 km/h en 34,4 segundos.
Estos son solo algunos de los coches antiguos más apreciados por los coleccionistas, pero la vuelta a la industrialización como motor económico tras la Segunda Guerra Mundial hizo que surgiera una nueva época de oro para la automoción, en la que los avances tecnológicos y la reducción de precio los hicieron más asequibles para la población.
En heycar no vas a encontrar ninguno de estos vehículos, pues todos los que tenemos en nuestro portal tienen menos de ocho años. Sin embargo, todos los que puedas comprar habrán heredado alguna característica de ellos, ya que la industria del automóvil siempre está buscando eficiencia y aprende de sus lecciones. Los que sí están en nuestra página son sus descendientes: echa un vistazo, ¡quizás encuentres un o un que te guste!