14.11.2021

Los coches más rápidos que se pueden conducir legalmente en la calle

SSC Tuatara

Más alto, más lejos, más rápido: como seres humanos, siempre nos hemos planteado los límites de lo establecido y tenemos una misteriosa necesidad de buscar la optimización. Los límites son desafíos, no el fin de las posibilidades. La velocidad, en particular, tiene un encanto especial: a ningún conductor apasionado le cabe duda alguna; pero también es fascinante ver hasta dónde pueden llegar los ingenieros técnicamente con las restricciones, tanto físicas como legales, que les imponen.

Uno de los récords más buscados por la industria del automóvil es el de velocidad máxima para vehículos con homologación vial. Sin embargo, aquí surge gran parte del debate: ¿Qué constituye un intento de récord oficial? ¿Qué cuenta, en esencia, como “carretera”? ¿Qué es exactamente un “vehículo de serie”? Todas estas son preguntas válidas y pueden ser más o menos controvertidas en según qué círculos. Una cosa está clara: a las personas que se los pueden permitir, parece importarles menos.

Hemos seleccionado los cinco vehículos más rápidos que se pueden conducir hoy, homologados para las carreteras europeas.

Pero antes, los requisitos de validez 

Las reglas y especificaciones que se aplican para los registros de velocidad no son uniformes. Generalmente, para los récords de velocidad quien lleva la voz cantante es la Federación Internacional de Automóviles (FIA), que estableció su normativa en 1914. Para un registro válido, dos viajes deben completarse en menos de una hora por la misma sección de ruta, uno de ida y otro de vuelta.

De este modo se determinan dos velocidades máximas —eliminando factores que podrían influir, como la dirección del viento o la inclinación— y se calcula una media, que es la que quedará reflejada en el registro. Además, es importante que los datos queden correctamente registrados con instrumentos calibrados y certificados. Las generaciones actuales cuentan con una precisión milimétricas, al incluir varios satélites GPS.

Hasta aquí, sin problemas. Sin embargo solo se vuelve controvertida la definición de vehículos de carretera y de serie. Para la FIA, esto solo importa en el contexto de su serie de carreras, por lo que un fabricante de cerveza tuvo que intervenir como la máxima autoridad en todos los temas de récords.

El Libro Guiness de los Récords estableció (arbitrariamente) que un vehículo de serie debe haber sido fabricado al menos 80 veces. Ellos mismos rompieron esta “regla” en 2007, con la “certificación” del SSC Ultimate Aero. Ese mismo fabricante se vio envuelto en una controversia importante sobre la velocidad máxima el año pasado.

Los cinco coches más rápidos del mundo en 2021

¡Pasemos a los cinco coches más rápidos! Al menos, los que se pueden conducir legalmente por alguna carretera del mundo —más sobre eso posteriormente—. También recogemos las variantes más rápidas de cada modelo.

1. SSC Tuatara

Después de que ya se considerase el primer automóvil en alcanzar los 500 km/h (300 millas por hora) en otoño de 2020, surgieron rápidamente las dudas después de un sensacional intento de récord en una vía pública cerca de Las Vegas (EEUU). Las acusaciones de vídeo falso a bordo no tardaron en aparecer en la web, posiblemente más rápido de lo que jamás podría hacerlo el SSC.

SSC y renombrados periodistas del sector intercambiaron golpes con youtubers y describir el enfrentamiento aquí llevaría más espacio del que disponemos. Al final, la mente-colmena de internet consiguió triunfar y la compañía tuvo que repetir su intento de récord después de algunas excusas infructuosas.

En enero, el Tuatara de 1.774 CV “solo” alcanzó los 455,3 km/h (o 282,9 millas por hora). Casi 80 km/h menos que el pico anteriormente mencionado de 532,93 km/h y solo un poco más que el récord mundial anterior. No todos los ingenieros están convencidos de que esté lo suficientemente capacitado para alcanzar el umbral de 500, incluso con una relación peso-potencia de 0,7 kilos por CV y el bajísimo coeficiente de resistencia de 0,279.

Independientemente de esto, el Tuatara ni siquiera ha sido homologado en EEUU, proceso en el que todavía está envuelto. La agencia estadounidense de protección ambiental (EPA) podría dar el carpetazo a los trabajos de aprobación de California y Nueva York.

Es muy poco probable que alguna vez corra en una autopista de Europa, pues aún no ha pasado por ninguna prueba de choque —aunque, con su chasis completo de carbono de 1.247 kg, no debería ser un problema—. Solo queda por ver si SSC sobrevivirá financieramente a la actual controversia y si el automóvil llegará a entrar en producción.

2. Koenigsess Agera RS

El segundo lugar en nuestra lista es indiscutible: el Koenigsegg Agera RS. En noviembre de 2017, se convirtió en el coche de producción más rápido del mundo, con 447,2 km/h. ¿El lugar? Otra calle cerrada del Estado de Nevada (EEUU).

El Agera RS se presentó en 2015 y está propulsado por un V8 de 5.0 litros con dos turbocompresores y 1.176 CV de potencia, con un apabullante par de 1.280 Newton metros. Este motor no solo trajo al Agera RS el segundo lugar en nuestra clasificación, sino también el récord en el sprint de 0 a 400 km/h con el posterior frenado de emergencia. Alcanzó esta prueba en tan solo 36,44 segundos y llegó a esa velocidad en 26,88.

En total, solo se han producido 25 copias del Agera más poderoso, y todas se vendieron en menos de 10 meses. Solo podemos especular sobre el precio exacto del RS, pero, dado que su hermano pequeño, Agera R, con “solo” 1.115 CV cuesta en torno a 1,2 millones de euros, el RS no fue ninguna ganga.

3. Hennessey Venom GT

Nuestra medalla de bronce va para otra marca estadounidense. El Hennesey Venom GT alcanzó una velocidad máxima de 435,31 km/h. Su variante descapotable Spyder fue un poco más lenta, con 427,4 km/h y no aparece en nuestra clasificación.

El hiperdeportivo basado en la plataforma del Lotus Exige se presentó en 2010, pero esta había sido extremadamente modificada para alcanzar el máximo rendimiento. En su versión más poderosa, el V8 biturbo de 7.0 litros entrega la friolera de 1.261 CV y 1.565 Nm de par.

Esta potencia le dotó del récord en el sprint de 0 a 300 km/h durante mucho tiempo, dado que llegó a esa velocidad en 13,63 segundos gracias a su peso muerto de 1.244 kg. Cada caballo de fuerza solo tiene que mover 0,99 kg de masa.

Con un precio inicial de 600.000 dólares, el Venom es significativamente más barato que el Tuatara y el Agera RS y su variante más poderosa (GT) podía tratarse de un desembolso de 850.000 dólares.

Como el SCC, no existe en Europa y el Libro Guiness de los Récords ignoró el hecho de que solo se produjeran 13 ejemplares y que solo uno de ellos estuviera registrado en Texas.

4. Bugatti Veyron Super Sport

Con una velocidad máxima de 431,1 km/h, el Bugatti Veyron Super Sport alcanzó el cuarto lugar de nuestro ranking, quedando apenas por debajo con 4 km/h.

Sin embargo, el Veyron es una maravilla de la ingeniería de la que es capaz el Grupo Volkswagen. Su motor, si es que puede definirse como tal, es más bien dos: cuenta con 16 cilindros en W y ocho litros de cilindrada. Este entrega 1.200 caballos y un par de 1.500 Nm. La variante Super Sport está concebida para el rendimiento máximo y es más corto que sus hermanos enfocados en el lujo (aunque no se quedan atrás en prestaciones). Las cifras hablan por sí solas: a pesar de su peso “alto” (2.026 kg), acelera de 0 a 100 en 2,5 segundos y llega a los 300 en 14,6.

Los creadores de esta bestia, que solo está disponible en una pintura especial negra y naranja, fueron recompensados por este rendimiento como reyes. Si quieres disfrutar de uno de los mejores coches de producción del mundo, tendrás que desembolsar 2,3 millones de euros.

5. Bugatti Chiron

La marca francesa repite en nuestra lista, ya que el sucesor del Veyron, llamado Chiron, llega a los 420 km/h.

Tan solo 11 km/h por detrás de su predecesor, el Chiron llegó al mercado en 2016. Su motor desarrolla 1.500 CV, 300 más que el Veyron Super Sport. En cuanto a par también le gana, con 1.600 Nm.

Con un peso en vacío de 1.995 kg, es un poco más liviano que el Super Sport, y su sprint hasta los 100 km/h llega en 2,4 segundos. Sin embargo, el problema del Chiron es que los ingenieros de Volkswagen introdujeron un limitador de velocidad electrónico que la capa en esa cifra. Según Bugatti, 458 km/h serían posibles si este no existiera.

El año pasado, Bugatti intentó alcanzar el récord con un Chiron muy modificado y llegó a la velocidad de 490,48 km/h (rompiendo la marca de 300 millas por hora). Con el Chiron Super Sport 300+, el Grupo VW habría recuperado su medalla de oro.

Sin embargo, solo se hizo un intento de conducción, en una dirección y no dos, como especifica la FIA, por lo que su récord fue desestimado. A pesar de llegar quinto en nuestra clasificación, el Chiron se lleva una medalla de oro: es, con diferencia, el hiperdeportivo más caro de los aquí presentes, con un precio de 2,85 millones de euros.

¿Cuánto tardarán en llegar coches aún más rápidos a las calles?

La búsqueda de nuevos récords probablemente no termine nunca, y esto también aplica a las velocidades máximas en coches de producción. Queda por ver cuándo se alcanzará el número mágico de más de 500 km/h por el que están luchando SCC y el resto de fabricantes. Una cosa es segura: acabará llegando.

Y ese no será el final. Saldrán nuevos vehículos al mercado que batan más récords. Los nuevos contendientes ya están en la parrilla de salida. Con el Jesko, Koenigsegg anhela superar los 500 km/h y Hennesey acaba de mandar al ring a un fuerte contendiente: el Venom F5, con 1.800 caballos.

Fuente de la imagen principal: The 2019 SSC Tuatara prototype at Pebble Beach por Corbin Harder está licenciada bajo CC BY-SA 4.0

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